martes, 19 de marzo de 2019

Anónimo (y II).

De habernos encontrado en el justo momento que las miserias salen altoparlantes a la calle desde la cueva tenebrosa de la mentira difundiendo la frase capital que todo lo explica y nada aclara. A la madre de una niña con carita de cielo le diría que yo nunca le di explicaciones: la niña, de saberlo, imagino que se pondría triste al darse cuenta que su tío no había sido más que una ilusión con la imaginación de hormiga. Lo innegable es que el éxito de la mentira es pasajero y depende de lo bien que uno se sienta al repetirla muchas veces, sin embargo, como el corcho sale a flote. La vida a veces es como una obra de teatro donde cada actor interpreta un personaje que debe decir no la verdad sino lo que necesita que sea verdad para hacer creer a su público que todo es tan real como lo es la vida misma en cada acto. Esa verdad, a veces es la mayor mentira. Es sabido que la vida es puro teatro, pero algunos autores son desconocidos por su propia obra. Y mueren de éxito. Gracias.

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