Recordarán que les dije que a pesar de mi calvicie mi peluquero me llama cuando le llega la revista de psicología a la que está subscrito, ¿sí? Pues ayer me llamó y pasé una tarde de lo más amena leyendo la revista y cambiando impresiones con unos y otras. Duele la cabeza cambiar impresiones de psicología con personas que tienen pelo. Si me diera -que no me da-, por echar la vista atrás... Ay, no quiero ni pensarlo... ¡Qué tiempos!. Sigo: resulta que la revista, y me pareció insólito que no sacaran a colación un estudio contrastado por una universidad norteamericana de solvencia sino un proverbio indio... ahí lo dejo: "antes de juzgar a una persona, camina tres lunas con sus zapatos". Según yo lo veo, lo que quiere decir el indio con su proverbio, es que juzgar es más fácil, entender es más difícil y ser receptivos a lo que ven nuestros ojos es inviable. Vivir en un mundo aparte conlleva morir de éxito. Solo alcanzaremos la empatía si hemos vivido experiencias similares, porque a menudo o siempre, mis amables lectoras, queremos que los demás nos comprendan, que compartan nuestro parecer y que, además, avalen decisiones que ya teníamos tomadas de antemano... Somos de lo peor. No es de extrañar que tantas veces nos sintamos tan incomprendidos como el encantador, aunque desafortunado pollito antropomorfizado, Calimero. Gracias.
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