miércoles, 27 de marzo de 2019

El futuro fue ayer.

Muchas saben que en política se puede hacer todo o casi todo menos el ridículo por la calle. O creer que los aplausos son merecidos. O que el dinero del pueblo es de uno o del constructor corruptor. En política cuanto menos hay que ser honrado y mejor persona. A la política se va aprendido. A la política no se va a hacer amiguitos del alma. Viene la aclaración al caso porque quien debe saber no sabe y si sabe ni de lejos sabe lo suficiente. De ser cierto lo que me cuentan mis informadoras el último que apague la luz y cierre la puerta al salir. Si la compañía eléctrica no ha cortado la luz y hay puerta en el marco.

Recuerdo, y no sé por qué me viene a la memoria el cabreo de uno que un día fue jefe y mandó, ¿sí? O dejó que mandaran por él cuando me dijo que desde fuera las cosas no se ven como desde dentro, o sea, se ven de manera distinta, pero que nunca es tarde. Prometo que el nunca es tarde me sonó a vendetta. Quien fue jefe y mandó, ¿sí? o dejó que mandaran por él, supuestamente, aprendió a mandar, y lo que es peor, a manejar los hilos entre bastidores y quien ahora manda no sabe que está al alcance de su vendetta. (No creas que pretendo desanimar un miércoles al azahar distorsionando la realidad. La desesperanza llama a mi puerta y no abriré, pero irá a la tuya y no podrás impedir que entre hasta la cocina. Mis intenciones fueron las que son (recuerda, las que son) y ahora no sé qué puedo hacer para que no sufras... Ojalá y me equivoque, pero creo que has arruinado el presente. En cualquier caso ya puedes dejar pasar el tiempo porque el futuro fue ayer). Gracias. 

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