sábado, 23 de marzo de 2019

El desaliento de los cobardes.

"El amor y el temor deben estar unidos: el temor sin amor se vuelve cobarde; el amor sin temor se trasforma en presunción. Entonces uno pierde el rumbo". (Pío de Pietrelcina). Y si uno pierde el rumbo aparece la memez, la altivez, el ego, el orgullo.

Hoy, sábado de fieles difuntos, y a las cuatro de la tarde llueva o no voy de entierro. Jesús el Cristo me habló y me dijo que fuera de entierro sin darme pistas. Desde que Enrique de Castro autor del libro: "Dios es ateo", me abrió los ojos pienso que si Dios es ateo... ¿Comprenden? Pero es sábado de fieles difuntos y sin saber quién es el muerto yo voy... Los sábados de entierro y los domingos a misa. Así es mi vida y es estupenda y elijo la omnisciencia de Jesús el Cristo y las profecías y los evangelios y el entierro de quien sea: hay que llevarse bien y caerle mejor a todo el mundo, incluidos los muertos. "Si el león ruge, ¿quién no temerá? Si habla Jehová el Señor, ¿quién no profetizará". (Amós 3:8). Más claro el agua: antes muerta que sencilla. Y a las cuatro yo de entierro, si muerto o muerta ya se verá, como el vaticinio del manicomio que a veces recuerdo, ya se verá. No malgastaré mi tiempo con gente que a la ignorancia llama valentía y cobardía al amor. ¡Estúpidos!. Gracias.

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