martes, 11 de agosto de 2015

Alguien miente...

Una amiga de mi esposa ha encontrado un puesto de trabajo. ¡Felicidades!. No sé qué tipo de trabajo ni qué modelo de contrato laboral. Hoy en día eso es lo de menos, lo que importa es trabajar. ¡Muchas feliciades!. Lo que siento. Insisto.

Rajoy dice que son 26.000 trabajadores más en activo ahora que cuando gobernaba Zapatero (y 300 millones de euros menos de cotización a la Seguridad Social) es una noticia buena tirando a mucho mejor. Y asegura que no habrá más recortes (si gana) al menos hasta Santa Lucía (13 de diciembre). Luego ya se verá, pues siguen apareciendo cajones repletos de facturas sin pagar de Zapatero. Así que en base al éxito obtenido ya pueden ir metiendo la papeleta del PP en el sobre: no esperen que apenas queda tiempo.

El drama no es que la amiga de mi esposa haya encontrado trabajo, eso es bueno, el drama es que no dará de comer a sus hijos con el sudor de su frente. Ése es el drama que vivimos y que se suma a la maldición de la incertidumbre y las ganas de comer hoy y mañana, en especial los niños que pasan hambre. Los niños, no me canso. La cosa empezó con los recortes en la sanidad, la educación, los copagos y todo lo demás para acabar pasando hambre ¿? Un trozo de pan no se le niega a un niño.

Escribo con la esperanza de equivocarme y que la amiga de mi esposa haya encontrado un trabajo digno... Y todas las amigas de mi esposa y las que no lo son, ella incluida. Espero impaciente que llegue la hora y una noticia me explique sin disculpas que se cumplieron los objetivos de primera necesidad y las familias comerán hoy y mañana de ahora en adelante. A fin de cuentas, el dinero que faltaba no estaba en la crisis financiera sino en los bolsillos de los corruptos que cada día son más. ¡Joder, dona, aparecen como hormigas!.

Es verano y hace calor. Eso no es noticia, lo que sí es noticia o un milagro si me apuran, es que a día de hoy haya más trabajadores en activo que en la legislatura anterior y se recaude menos con menor presión fiscal. ¿Cómo lo ven? Por suerte, corren malos tiempos para la fe que se esconde detrás de la esperanza y nada me trae alegría a mis sentidos, ni tu risa ni tu mirada de soslayo. Como aseveración: La muerte no me asusta. Si sigo vivo y ustedes quieren, mañana será otro día y hablaremos de amor. Sean felices.

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