lunes, 12 de marzo de 2012

A mis cuarentaiuno

Hoy me levante estupefaciente, todavía las estrellas cubrían el espacio visual y las calles estaban cubiertas de la niebla del mar. Sin comprender nada tuve la necesidad de huir del momento, tal vez a otro tiempo y otros lugares. Será uno de mis escozores mentales de origen desconocido, pensé. Hoy quería disfrutar de un día feliz... ¿Y qué o quién me lo impide? ¡Hoy es un día feliz!. Hoy es mi cumpleaños. A mis cuarentaiuno lo puedo contar... Todos años, uno tras otro. Viví lo que pude, lo que quise y lo que me dejaron... ¿qué? Hubo un tiempo que traté por todos los medios de no cumplir años. Sí, era un tiempo difícil de vivir. El dolor sufrido en casi una vida y algunas discapacidades me impedía moverme ágil: era viejo. Solo de los primeros años de mi juventud y de los últimos tengo malos recuerdos. Entonces, con la mente lúcida que me quedaba, decidí que no me interesaba ser viejo ni joven. Y pensé (y acerté) que cuarentaiuno sería una edad ideal para vivirla el resto de mis días. Hoy me dispongo sin complejos a cumplir años. Iré con mi esposa a celebrarlo. Dedicaremos el día a disfrutar de nosotros. Nuestras hijas están en el colegio y hasta la noche no vuelven. Todo el día será para nosotros. Familia, trabajo, asuntos inaplazables, prisas y otros líos... No, no podía perder el tiempo que no me pertenece en complicaciones absurdas. Lo tenía que disfrutar. Cierto que me miro al espejo y a veces no me reconozco, pero eso no importa. Yo, a mis cuarentaiuno estoy genial de todo. Demasiados años he vivido dando vueltas y estrujándome los sesos para volver a empezar. Ahora llevo mi vida al día, y tengo mis experiencias ubicadas por bondades y no por años. Son todas experiencias maravillosas sin decepciones. Son momentos vividos felizmente.

Creo mi amiga, y te lo digo con la cara de ir misa los domingos, que harías bien si te quedaras en cuarentaiuno como yo. Es una edad ideal para cualquier cosa que te propongas. Ni vieja ni joven, pero con tiempo suficiente para cumplir tus sueños y darte algún capricho. Cuando leas esto (si lo lees), aunque parezca estúpido, mira hacia el este y veras un pájaro volar en círculo: estará esperando a que decidas venir. Tengo mil y un besos que regalarte. ¡Feliz cumpleaños!.

2 comentarios:

  1. Gracias amigo.

    Hoy rememoro aquel lejano día de inicio de un taller. ¡Cuántas cosas hemos ganado desde entonces, cuánto hemos aprendido! Amistades, historias, cariño.

    A ti, a través de ti a esa hermosa persona que es tu mujer, a Dona.

    Claro que iremos, cualquier día Ojos Verdes y yo nos asomamos a ese Mediterraneo que tanto te inspira para acercarte un poco de este Cantábrico que dejaste atrás.

    Un beso enorme. Se te quiere mucho y más aún.

    Gracias por ser y por estar.

    ResponderEliminar
  2. Gracias a ti por ser mi amiga. Beso.

    Salud.

    ResponderEliminar