miércoles, 28 de marzo de 2012

Más allá de la primavera estás tú

Llevo unos días ausente de ti... y también de mí, pero la primavera esperó por nosotros, y ningún regalo mejor para celebrarlo que una rosa.

Entró la primavera y no estaba. Cierro los ojos al mundo para que me impida ver la realidad. Hoy no ocuparé ningún espacio en el teatro de la vida donde los movimientos, las voces y las palabras de la trama diaria no me dan descanso. Hoy me fugo de la realidad y solo dejaré un espacio en el tiempo para a ti, para recordar nuestro amor, y volver a pasar por mi memoria nuestra vida en común, y detenerme tranquilo en cada una de nuestras experiencias que son vivencias del pasado. Desde la imagen que me quedó grabada en la memoria el primer día que te conocí en aquella verbena hasta el buenos días de hoy con una rosa. Y ya siempre tú. Porque tú estas donde el tiempo se mide con un suspiro. Más allá de todo lo que existe estás tú. Donde la vida tiene su ombligo y la gente nace y muere estás tú. Tú estás donde el tiempo se mide con un suspiro. Más allá de la primavera estás tú.

Te regalo una rosa de la que nacerá cada mañana una gota de rocío entre sus pétalos para ahogar de pasión nuestros corazones. Así, cuando mañana caiga una gota de rocío de esa rosa, no la llores como pérdida, guárdala como joya en tu corazón, porque esa gota de rocío soy yo. Y te quiero a morir.

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