domingo, 4 de marzo de 2012

Dos amigos

No lo sé de cierto, pero supongo que dos amigos puedan llegar a quererse toda una vida. Toda una vida... y no estar locos, como el bolero.

Entre los muchos enemigos que tiene la amistad, la distancia, ha conseguido derrotarla en muchas ocasiones. Dos personas pueden simpatizar al momento de conocerse de manera inexplicable: una risa, unos ojos tristes, una mirada, o simplemente porque tienen algo que decir y nadie las escucha. Nada se puede hacer, la María propicia un encuentro y procura la química necesaria para que surja un sentimiento de amistad.


La amistad se acomoda sobre un sólido forjado y en él descansa y crece a la vez. Existen diferentes tipos de amistad: amistad interesada, impuesta, incluso amistad para salir del paso, sospechosa también, peligrosa por demás. Pero hay una, que si al conocerla te sorprende con la guardia bajada y sin estrategia defensiva, se clava en el corazón y entonces... La amistad tiene un habitáculo exclusivo en la mente donde obra a capricho; se va consolidando y aumenta su eficacia sin darle cuentas a nadie, ni siquiera al paso del tiempo. La amistad se expande en tu interior sembrándolo de la mies del amor. La amistad arrasa con las penas que se encuentra en su camino. La amistad... Entonces no existen diferentes tipos de amistad, existe AMISTAD, lo demás son intereses espurios.

La realidad que nos toca vivir no es fácil, los sabores amargos superan a los dulces, pero a veces ocurre que aparece una persona en tu camino y provoca en tus adentros una sensación nueva, es algo diferente; si eso ocurre, no conviene desperdiciarlo. Sin embargo, ante el dolor que provoca en el alma las grandes decepciones, conviene consultar al espejo de la verdad, ése espejo que nunca engaña (espejo, espejito mágico), por si fuera una mentira maquillada de buenas intenciones. Y si al mirarte descubres un algo brillante en tus ojos, si también tu corazón late de manera agitada, si una sensación que tenías sumergida asoma del baúl de los recuerdos... si eso ocurre, corre, ve en su busca y abrázala con todas las fuerzas, no la dejes escapar.

Cuando habían apostado por la amistad, cuando confiados habían puesto todas sus cartas encima de la mesa, y abierto sus corazones, aparece la distancia con una orden de alejamiento... Tal parece que la distancia ha roto una amistad. Dos amigos. La vida y sus caprichos.

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