miércoles, 28 de marzo de 2012

¿Dónde se denuncia el robo de un sueño?

"Si alguna vez me siento derrotado, renuncio a ver el sol cada mañana, rezando el credo que me has enseñado, miro tu cara y digo en la ventana, Yolanda, Yolanda, eternamente Yolanda". Pablo Milanés.

Hoy he renunciado como Pablo Milanés a ver el sol. Hoy me siento derrotado, me han robado un sueño mientras dormía. ¿Dónde se denuncia el robo de un sueño? Esta noche me ha robado un sueño y no quiero ver el sol. Confiado, y mientras soñaba un bendito amor me lo robaron. Pudo ser cualquiera. Según me cuenta esta clase de robos no está tipificado en el código penal. Hoy, si no me devuelven mi sueño no quiero ver el sol. Todavía no despierto del asombro, era un sueño de principiante enamorado; era un sueño de deseos por cumplir. Nunca pensé que pudiera sucederme a mí. El culpable no he sido yo por ser descuidado, porque todo el mundo cree en el amor y lo respeta. ¿Y entonces? Yo culpable, porque nunca debí fiarme de mi mente absurda a estas alturas de la vida. Antes de renunciar a ver el sol, hice memoria de alguna triste mirada, que pudiera ser que haya huido... Pero no logro reunir con coherencia las piezas del puzzle. Todo está borroso en mi mente. Solo una cosa tengo segura, si mi sueño no aparece antes de que amanezca, renuncio ver el sol. Y luego algo he de hacer con mi mente absurda, porque ella ha de saber quién me ha robado el sueño, tal vez el más hermoso de todos. Mi mente absurda... o Morfeo. También he de reconciliarme con Morfeo.

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