sábado, 30 de noviembre de 2024

Mucha gente y ni una persona.

Mucha gente necesita acercarse al abismo para entender el peligro real, o tocar fondo para solidarizarse con los llamados perdedores. Mucha gente necesita una dosis de dolor personal para saborear el precio de las cosas. La falta de conciencia les acerca a la rigurosa realidad con las peores consecuencias, porque es en la noche oscura de las realidades donde las auténticas estrellas muestran su fulgor. Mucha gente recuerda la mentira que obnubila la ley y la justicia y nunca lo superan. He aquí que cuando uno regresa al diario vivir entre tanto colgado en el tendal de la simpatía, cuando nuestros niños siguen sin poder acceder a la cultura en la certeza de saber que peor no puede ser, pero eso no consuela. Cuando la partidocracia dueña de los votos le acompaña un partido político empecinado en morir de éxito, es el momento de hacerse harakiri. En fin, cuando todo parece estar perdido, uno vuelve a encontrarse en el paseo del río con lo mejor de esta sociedad, o sea, la elite solidaria. Voluntarios del pueblo que no están, pero para esto hay consuelo: se acercan buenos tiempos para el voluntariado de cabalgatas, para volver a la instrucción en las redes sociales y al cristianismo. (Mucha gente y ni una persona). Gracias.

2 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho tu texto de hoy ...Además, aquí hay una persona, que además es muy buena gente ; ) beso grande y buen finde!

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  2. María: Buena gente hay en todas partes, de buenas personas hablaremos otro día. A veces echo en falta tu tierra y la mía. Y el botillo y les fabes. Buen fide. Beso grande.

    Salud.

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