Algunos ven llegar al enemigo cuando todo acabó, otros entienden que su crisis propicia el momento perfecto y la condición estratégica para aceptar un mal menor, aunque la cosa va más allá: injustas condiciones nos exige la vida. (¿Por qué no ves el día más allá de lo que ven tus ojos? Tus días podían cambiar y no hacerte daño). Como padre, como padre. El objetivo de un padre no es solventar los problemas de los hijos, siempre será estar pegados a ellos como una lapa, caminando como un tango. Por más que un poema se escriba para servir de advertencia a la que no debe ser nombrada por esa foto trucada en Facebook ("la novia en la boda, el niño en el bautizo, el muerto en el entierro", qué indecencia), se podía aplicar al gobierno que se acerca a las redes para manipular la opinión pública. La sociedad conoce lo suficiente en el imperio de la posverdad donde a la bernardina se llama "A", plan "A". O "B". Si a lo dicho anteriormente le añadimos la fantasía y la desmemoria de los politiqueros entenderemos mejor nuestras indigencias ciudadanas e institucionales. (Ante tal panorama, es una tentación quedarse en Les Seniaes para olvidarse del mundo y ver pasar a la María, como César Vallejo: "Vengo a verte pasar hasta que un día, embriagada de tiempo y de crueldad, vaporcito encantado siempre lejos, la estrella de la tarde partirá". Gracias.
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