Llegó diciembre y los aires navideños comienzan a soplar por las calles y los comercios con bombillas de colores se ponen de acuerdo para hacer que esos aires lleguen a todas partes. ¿Qué es eso de la Navidad? Eso es algo que se viene dando de toda la vida de Dios. Y significa, entre otras cosas, el deseo que tenemos de vivir prácticas afectivas, tiempos en los que se pregonen con los ejemplos los valores de la Navidad: amor, paz y alegría. Reverendísimos Monseñores coinciden que es diciembre el mes más maravilloso del año. ¡Viva la Navidad!. Pero hay informaciones cargadas de negatividad. Noticias que aseguran que el diablo está en todas partes y no viste de Prada. Llegó diciembre y con él la Navidad y todo aquello que vale la pena compartir, nuestros sueños motivadores. Y creamos promesas y aparecen las suegras y los cuñaos y otros tiempos. Vaya, un de soslayo desmemoriado de cuando en vez recuerda lo malo y olvida lo bueno. Pero hay más y peor: Según una filtración informativa de la fiscalía José Saramago denunció a Dios por infanticida y el juez de paz lo admitió a trámite y acto seguido ocultó la denuncia. Desliz sin intención del juez. En una parodia, Saramago afirma que Caín es más misericordioso que Dios. Caín fratricida y adúltero más misericordioso que Dios, y además, Yahvé incendió Sodoma y no salvó a los niños. Joder, dona, si aceptamos a Dios como dueño de la vida y de la muerte, los niños inocentes que al morir se convierten en ángeles, Dios no puede ser el que inspira José Saramago en su parodia. Llegó la Navidad en el peor momento. El mundo está lleno de sufrimiento, pero también de remontada del mismo. Atiborremos de esperanza estas Navidades. Sean felices.
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