sábado, 21 de diciembre de 2024

Qué pronto llegó el invierno.

Si soy lo que tengo y si lo que tengo se pierde: ¿Quién soy? Nadie, sin un testimonio frustrado, contradictorio, patético. Una falsa manera de vivir. De forma constante tengo miedo al cambio climático, al libertinaje, a la enfermedad, a la pobreza, a la evolución, a lo desconocido. Por ello estoy en estado de alerta y sufro una hiperestesia crónica en relación, no solo con la pérdida de control mental, sino con cualquier otra pérdida, y me vuelvo desconfiado e impulsado a tener más y estar mejor protegido. Al final, todos y todas (el listo y tú) reconoceremos que esos miedos y preocupaciones se estructuraron alrededor de propiedades usufructuarias y no logramos ni de lejos ser "nosotros mismos". ¡Eh, no es cierto que paso el día urdiendo escabrosas teorías revolucionarias!. Ni tengo el mal aliento de los intelectuales que piensan que el amor se resuelve con el teorema de Pitágoras. Es más, por eso voy más allá: después de respirar hondo y meditar durante años, estoy convencido de que soy un tipo necio más o menos necesario para espabilar la modorra de los desatentos con sus promesas electorales o los que creen que se llevarán los votos y los bitcoines a la tumba. (Llegó el invierno en el peor momento posible). Gracias.

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