sábado, 28 de diciembre de 2024

Para santos, los inocentes.

El año finaliza y la reflexión surge inevitable acompañada de una pregunta: ¿Cómo se ve el país ahora que el 24 es historia y el 25 aparece con sueños de ensueño? Hay sospechas crueles de país fallido. Hoy, 28 de diciembre, hablemos de lo peor para que el próximo año podamos hablar de lo mejor. Y comenzaremos citando ausencias, horrores, fracasos. Por suerte mi suegra no vino, pero me envió un deseo de Fin de Año: un candil para buscar en medio de la triste ética que vive el país una militancia ciudadana solidaria. Lo peor del amor es cuando muere. Peor que el desamor fue ver cómo destrozamos el orden social indispensable para vivir en sociedad. El chantaje crece, la discriminación avanza, la delincuencia se adueña de todo y la violencia de género es un crimen ininterrumpido. "48 Mujeres Eternas". Este país ha perdido el principio de autoridad que es la antesala infeliz del caos. Las derechas no se serenan y siguen sin aceptar el resultado de las urnas. El pueblo ya no es soberano, tal vez ni el rey lo sea. Entonces más que conceptualizar, demos ejemplo que es mejor y más didáctico: volvamos a la escuela empezando por los ejemplos para que este país no se convierta en un averno. Escribo y pienso en el Pueblo de Patricia porque me duele especialmente, pero este complot es nacional. Lo peor de 2024 que acaba con excelentes cuentas de resultados de las grandes empresas -incluyo los usureros- a la vez que sin pudor ni decencia escatimaron los salarios de los que siempre pierden al no querer acordar los empresarios con los sindicatos y el gobierno, ha sido la pérdida de la fe en el futuro del país y en los demás, y el amor entre nosotros. Cuando menos, deseémonos una feliz entrada de año. Gracias.

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