lunes, 23 de diciembre de 2024

Casi casi feliz.

Lo que en realidad somos aparece cuando un serio incidente nos pone a prueba, y así como la sombra revela nuestro perfil, nuestra actitud, ante tal incidente, manifiesta quienes somos. La realidad nos sorprende y a veces sale a la luz en busca de nuestro verdadero yo, quizá lo nunca imaginable. Casi casi feliz, andaba esta mañana ahora que los años me deja mirar de frente a quienes andan tras el interés de los porcientos, el vulgar cambio de chaqueta que convierte el escenario político en una réplica penosa de tanto tienes tanto vales, y para mayor tristeza, todo se compra y se vende; joder, dona, a saber dónde nos fuimos metiendo con el orgullo herido y los contrarios vencidos, y todo agravado por la ausencia de principios y valores. ¿Acaso un güelu no puede ser feliz al completo? Lo tengo escrito por ahí atrás: estoy harto de tener razón y perder (aunque desde ayer sospecho que me estoy entrenando para ganar... tal vez sea un pálpito, o el Karma, ay, no sé). Desigual nuestra democracia se sigue deteriorando porque los ilustres agitan el curso de sus intereses, cada vez con menos ideas y mayores ofertas, de modo que son lo que dan de sí: nada. ¡Y nada no se queja de cobrar sin merecerlo!. (Borges temía a los espejos de la misma forma que quien mira al pasado buscando una respuesta sobre el futuro, y vive alejado del presente). Gracias.

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