Martin Luther King dijo: "siempre es el momento apropiado para hacer lo correcto". Y yo digo que este tipo de pensamientos, de saber que nunca es tarde para hacer lo correcto, habitan en los corazones que invitan a vivir un estilo de vida compartido con el amor de quien diga sí. "Si tú me dices, ven, lo dejo todo", como el bolereo. Lo explica mejor la ministra Irene Montero: "solo sí es sí". Ya no vale, sino dar la cara y dejar de enviar "notitas" por debajo del pupitre como quinceañeros enamorados. Hablo de amor correspondido, de empatía, de solidaridad. No se deben "mezclar churras con merinas", cada cual merece lo mejor. Y, aunque "el mundo fue y será una porquería", según Gardel, lo mejor, eso que todos tenemos derecho a aspirar, no se alcanza con méritos ajenos, sino propios. No obstante, un empujón cuando el viento viene de cara ayuda. Nuestros hijos merecen un mundo mejor que el que les vamos a dejar como herencia, de seguir en este plan. Puedo confirmar, y lo sé por experiencia, que todos tenemos una versión muy diferente de nosotros que la que sacamos a respirar aire contaminado por la calle, tantas veces acompañada de la inaceptable prepotencia y por un miserable desprecio. Si realmente podemos elegir, entonces, será preferible elegir el amor que un cementerio. (... y sanseacabó calló de martes: el cielo o el infierno). Gracias.
concuerdo...
ResponderEliminarsiempre mejor elegir el amor...
saludos
Sin lugar a dudas, Carlos. Gracias.
ResponderEliminarSalud.