lunes, 20 de noviembre de 2023

Ahora sí que somos probes.

Me cuentan que algunos no leyeron de soslayo. Ahora sí que somos probes. No existe mayor ciego que aquel que se niega a ver. La complicidad está destruyendo a esta sociedad de maquillaje y decoraos. La política y su mercado electoral saludan afectuosos a los votantes hasta que los votan. Y se ríen con la crueldad de un bolero. Los "guías espirituales" no guían, sino que conducen a la violación de los derechos fundamentales; los corruptos son endiosados por parte de la sociedad y por los defensores de otros corruptos. El pueblo ya no es modelo a seguir, sino una decrépita su señoría sin aprecio. Disculpen que me vaya alejando del amor que me inspira, también de los amantes de la santa poesía y sus noches de plenilunio, sus ojos, ay. Me ataranta la hipocresía y el cinismo de la sociedad que no está en crisis, de unos valores que han desaparecido. Y así vamos, sin valores, ni inspiración, sin ideología que nos consuele y guíe. Apenas somos un triste tango de Gardel que entre gritos clama su desgracia. Su señoría: existencialmente, a la sociedad que siempre pierde la ha dejado sin esperanza, como los enamorados se quedan sin poesía cuando entra un mar en Les Seniaes. (El odio, señora, no envenena al odiado, sino a quien odia. Pero ese será tema a tratar en otro de soslayo un día cuando amanezca. Y amanecerá en breve, claro). Gracias.

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