Únete a la causa.

Y qué si nos adueñamos de la ira que provoca la crisis que vivimos y dejamos de culpar al gobierno... La podemos desfogar a favor de los que pierden. Para culpar al gobierno podemos esperar a las próximas elecciones. Los que pierden no pueden seguir perdiendo porque solo les queda la esperanza que perder. Como sociedad no permitamos que pierdan la esperanza.

De lo de arriba tú no eres culpable, pero no haces bien manteniéndote al margen. Yo también fui gallo de gallinero, un gallito intratable... (no sé qué pretendes). Eran tiempos de ir rápido, pero ahora empecé a ir lento, también a controlar mi mente y a mirar de soslayo de izquierda a derecha, también abajo, y créeme, ahí abajo hay demasiado dolor como para arrancarle una sonrisa a la vida. A veces creo que vienes a unirte a la causa y hacer lo que puedas. Algo podrás hacer... (atiza esa modorra que la causa es de los dos). Pero tardas y salgo en tu busca y corro como nunca y no te alcanzó como siempre. Y regreso a casa con un carro cargado de ansiedad. Mañana volveré a salir en tu busca. (No me dejes solo: Únete a la causa). Gracias.