Existen realidades tan dañinas como un virus y su pandemia. Haría bien el gobierno en reflexionar sobre el significado de la palabra discriminación. Comer y bajo techo, y el trabajo digno como su salario. "Siempre nos quedará París", ay; si hablo de amor, para mí es la esperanza. Pero lo que para mí es la esperanza para otros es una frase de cine. Lo que para todos es lo mismo, tan dañino como un virus y su pandemia, es el odio. El odio es la esperanza que prolonga la muerte sin ciencia y sin fe. Que se apliquen las leyes de la delincuencia corrupta y la palabra pequeña. Demasiada la poca memoria y demasiado el cinismo. Incompatible con el amor. En los años altos uno está curado de espantos, pero a estos años míos no todos llegan y se quedan por el camino de los desvalidos cantando los tangos más tristes. Que tome entonces la palabra el deseo del mal y abra las heridas que nunca se cerraron. El daño está hecho con mentalidad neoliberalista. Tócala otra vez, Sam, me gusta oírte. (Mucha fiesta pero sin valores, sin amor, sin futuro. Lo que sé lo aprendimos juntos, y ya entonces era tarde). Gracias.
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