Una mujer puede ser una dama si se lo propone... Pero no todas las mujeres se lo proponen y alguna nunca tendrá ocasión. Una mujer es mucho, pero una dama es más. Tal vez sea por eso. "¡Soy una Dama!". Gritaba una mujer a la entrada de Les Seniaes. Una mujer ofendida no se atreve a adentrarse en Les Seniaes, donde todo el mundo es bienvenido, sobre todo los que dudan y tienen miedo. Algo haría una mujer que no se atreve a entrar... Haría sí, vaya si haría cuando las culpas que no tienen dueño para ella las tienen y de otro son. Yo conozco a esa mujer, es amiga, y los días le perturban el sentido y quiere y no quiere. O quiere y no la dejan. Todo es posible si hablamos de una amiga, además de una mujer. Lo peor que tiene una amiga es ser mujer y sentirse ofendida. A esa amiga o mujer le escribiría una canción, o una poesía si en realidad quiere ser una dama. Una amiga es más que una mujer y una dama con su propia poesía es casi la María a las puertas del que piensa y también duda; del que ve cuando mira; del que está si se quiere que esté. (No existe mayor dolor que merecerlo). Gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario