Y al tercer día resucité.

"No permitas que tu felicidad dependa de alguien porque no siempre esa persona será como crees". (Albert Einstein).

Lo de ayer y lo de anteayer ya lo tenía escrito puesto que, había quedado con la Pfeiffer, la vacuna quiero decir, y sabía que me iba a dar algo. Y me dio, pero poco. Un mareo sin importancia, gracias. A propósito, no me entra en la cabeza esa gente que no se vacuna sabiendo lo que sabemos al margen de la ciencia y la política. Tengo pruebas y son criminales. Yo, donde esté la Pfeiffer que se quiten las demás. Aunque he de confesar que no soy de amores para siempre, por lo tanto, si hubiera sido otra, ni la Pfeiffer ni la Michelle. Que se vacune quien quiera. Vuelvo a empezar: Lo de ayer y lo de anteayer ya lo tenía escrito y la resurrección pactada, pero no sabía que la Pfeiffer me exigiría a cambio una promesa. Me hizo prometer que me olvidara de seducirla para que vuelva. Y "yo" fuera mejor persona. Las comillas son para que no me confundan con alguien. (Ya soy mejor persona. O eso creo. Caramba, si lo sé no resucito. A no ser por amor. Solo el amor vence al amor). Gracias.