La clave de la vida.

Hay cadáveres que no saben que están muertos y siguen en pie. Están muertos y enterrados: en pie solo están los huesos.

Los ideales, si son firmes, nos llevan más lejos que los compañeros de fatigas. Y lo demás que va saliendo desde el día que echamos a andar. Escribir el día que me gusta en de soslayo es una conmoción cerebral. Y escribo más de la turbia política con sus heroicas traiciones que de amor. Corren tiempos difíciles y la política ordena y cuando me releo recuerdo olvidos y disipo dudas. Vivo la década de la autoestima y los consejos, despilfarro simpatía y no me avergüenza no haber alcanzado alguno de mis preciados sueños. Y soy demasiado joven para entregarme al abandono que, cruel, sería la muerte. Aviso: Si alguien atenta contra mis intereses, sea un mísero correveidile, una melena rubia al viento o el iracundo dueño de un partido político y sus secuaces, pueden ir teniéndose miedo. A veces esperar es morir. "La clave de la vida es saber lo que hay que hacer y esperar el momento adecuado". Esperar la indecisión. Y hasta aquí puedo contar (para no oler a cadáver). Gracias.