viernes, 21 de febrero de 2020

Los "ideales" de los políticos.

Si yo fuera político pasaría de las promesas a los hechos. Sería un político independiente, sin partido, ni admiradores en las redes sociales. Y si no lo consiguiera dejaría la política y me metería a monja de clausura y aprendería a escribir: no dejaría títere con cabeza. Escribiría los días de los políticos orgullosos de haberse conocido, y enfrentaría con mano firme, corazón caliente y cabeza fría, para dar al traste con sus miserias desde que ganaron las alecciones hasta ayer, que entregaron su futuro. Los políticos que son dueños de sus partidos trabajan para solucionar las necesidades de los que siempre pierden cada legislatura. Los políticos cada legislatura solo cumplen con la promesa de prometer. Pero a veces los políticos, como el mejor amor, quedan sin luz y aparecen las sombras y llega la hora de ir con el maligno al infierno. Los políticos tienen las de ganar y por el mismo precio las de perder. Si un viernes de mercado vale una disculpa, también vale un acuerdo que, de ser malo, sería mejor que otra contienda en los juzgados. Corren malos tiempos para la política de una mano tapa otra y peores para los que no llegan a fin de mes o si llegan con la nevera vacía. Al paso de los años se enfrían las caricias y de los besos que dimos solo queda el recuerdo. No hay virtud moral en la política, hay intereses y hay porcientos. Hay de todo y más que buenas intenciones... las buenas intenciones se desvanecen en el aire. Si la ignorancia mata a los pueblos, habrá que matar la ignorancia para que los pueblos se ilustren y den luz al entendimiento y penetren en los "ideales" de los políticos. Gracias.

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