martes, 3 de diciembre de 2019

Probe gente desocupada.

Pasen y vean si tiene guasa la cosa que hoy también viene al caso la vecina chismosa, tantos días sin venir al caso y hoy, después de ayer, barriendo la acera coincidí con ella y me contó en voz baja para que nadie se enterase que alguien en la Diputación de Valencia leyó en de soslayo el día que hay que leer para saber lo que se debe hacer antes de salir de casa y no habrá más subvenciones a ayuntamientos si no tienen que ver con los muertos. La cultura y lo demás, lo sabe Dios, pero no viene al caso. A pesar de que la democracia haya creado puestos de trabajo en la administración del Estado para que se ocupen de lo nuestro, no alcanzan siquiera el grado de desocupadas. A veces mi mente absurda le da por pensar y me deja estupefaciente cuando explica lo que hace las personas desocupadas. Probes. Yo de esas personas mucho no sé, pero sé de mí, y yo soy un paréntesis entre la vida y la muerte. La vida para mí es el día que escribo porque si no lo escribo estoy muerto. Verdaderamente creo en el día que escribo, como creo que soy un tipo mediocre a la espera de que el talento llame a mi puerta y me enseñe a escribir el día en el que deje las cosas claras y de paso ponga a cada cual en su sitio... Gracias.

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