Por el dicho popular sabemos que "quien paga te manda", de lo que una mente simple deduciría que también "manda quien te salva". Y en ese plan mandamás de compraventa de voluntades e intereses inconfesables, me viene a la memoria uno de los grandes novelistas del realismo francés, Gustave Flaubert, exigente y perfeccionista en materia de objetividad y estilo, su sentencia: "No le des armas al mundo contra ti, porque las utilizará". (Si crees que nunca fuiste más fuerte, tal vez tengas razón pero tus oponentes están a la expectativa y también se hacen fuertes; un día se sabrá si más fuertes que tú). Gracias.
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