"Un 16 % de los valencianos con empleo están en situación de exclusión social. Los problemas ligados al empleo son los que más explican esta situación, además de la salud y la falta de vivienda". (Levante-EMV). Y la esperanza. Y la esperanza.
Un viernes de mercado, casi feliz, un titular en prensa me da qué pensar... Yo no soy de mucho pensar, pero a veces me lo ponen a huevo (recuerda, a ti, como a mí, nos lo pusieron a huevo. No seas otra de mis decepciones); y el huevo lo comió el cuento de la lechera. A veces uno pagaría por equivocarse, porque eso lo sabía y ya lo escribí. Lo escribí cuando aún era una sospecha, pero el titular de arriba me confirma que la sospecha era fundada y ahora aclarada. No quedan dudas, en un país sin disculpas y sin gobierno, con una clase política dedicada exclusivamente al engaño, el empleo, es el gran problema de los trabajadores. Trabajen o no. Nicolás Guillén, poeta, lo explicó como lo explican los poetas: "Me matan si no trabajo, y si trabajo me matan. Siempre me matan, me matan, ay, siempre me matan". La pobreza y etcétera llamó a la puerta y entró porque la casa no tenía dueño y abrió la nevera y enchufó la tele y se acostó en el sofá y allí se las dieron todas... Sálvese quien pueda. (El véspero anuncia bajo un cielo rojizo, rojizo sangre, que sin esperanza todos los días han muerto). Gracias.
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