viernes, 27 de diciembre de 2019

Nada justifica el silencio del pueblo.

"El 20% de los mayores de 65 años en España viven en situación de vulnerabilidad residencial extrema".

Una tesis doctoral publicada la pasada semana por el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y elaborada por la socióloga Irene Lebrusán concluye que el 20,1% de los mayores de 65 años en España viven en una situación de "vulnerabilidad residencial extrema", con problemas graves de habitabilidad en el interior de sus viviendas. (eldiario.es).

Es otra de tantas "buenas" noticias de las primeras en los periódicos. Me duelen las penas de los que siempre pierden y me interesa que el partido que ganó las elecciones y su líder, Pedro Sánchez, acuerde un gobierno y echen el país a andar. Me gustaría manejar el tiempo y decir a los políticos que se presentan ante la ciudadanía con la máscara de hierro validada por Alejandro Dumas y su falsa humildad, y las más voraces e indignas ambiciones, como el engaño y la cruel traición, que los mayores de 65 años... Lo digo a veces: para olvidar hay que tener memoria, y algunos la tenemos y olvidamos lo que nos interesa. Ténganse miedo. Hoy habrá consejo de ministros y aplazarán la subida de las pensiones y el porciento prometido a los funcionarios y la unificación salarial de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y el SMI y etcétera porque un gobierno en funciones no puede. Lo aplazarán hasta que gobiernen si gobiernan. Por la sangre de los héroes olvidados y la verdad que se oculta al pueblo conviene recordar que, como el amor, nada es para siempre. Los políticos mantienen latente la coacción y la ciudadanía subsiste en situación de pobreza extrema. Y entre aplazamientos y recortes ni rebelarse pueden para enfrentar la realidad que tanto daño hace. Conociendo la verdad el engaño es delito. Experto en derrotas, no dejaré de escribir el día que me gusta en de soslayo mientras en estado de desespero me entristece ver cómo nos acercamos a ese tipo de hombre descrito por Nietzsche que prefiere la ausencia de la voluntad a la voluntad de la nada. A llevar una vida de pena que elige la efímera felicidad a la acción por miedo a las consecuencias. Nada justifica el silencio del pueblo. Gracias.

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