Para este Octubre Libertario (claro, todavía con mayúsculas) pasando por Les Seniaes pensé a mi manera eliminar algunos intereses nocivos para la convivencia, la mayoría pendientes desde Octubre del 36. Para empezar pensé eliminar las clases sociales y sus luchas. Luego pensé eliminar el salario como medida del valor del trabajo. Después el Estado, las leyes y sus códigos, reglamentos, normas y decretos. Y cuanto más avanzaba crecía en mi el entusiasmo y pensé eliminar las fronteras y los nacionalismos. Y se hizo aún más grande mi entusiasmo cuando pensé demoler la globalización y con ella las políticas económicas imperialistas que dan coste usurero a las cosas: la bolsa de valores, acciones, hipotecas, intereses, dividendos. Y llegó al colmo de los colmos mi entusiasmo cuando pensé poner a todos los seres humanos a darse la mano, un abrazo y gozar sin temor de un mundo compartido; a disfrutar del ocio creativo, poesía, literatura, el arte como vía de realización del espíritu y del amor fraterno. Y así creí haber alcanzado metas por las que imaginé, después de tanto pensar, haber luchado en aquella Revolución de Octubre del 36, hace ahora más o menos un millón de años. (Quizá ya ocurrió y no había nacido).
P.D. Lo dije ayer, un asunto inaplazable ocupará hoy todas mis horas. Les dejo con un día que escribí hace años. Corren días de desconcierto en este país y yo no podía ser menos: al país le sobra "Aznarismo" y a mí años. Disculpen. Gracias.
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