Si lo nuestro es más de lo que aparentamos cuando alguien nos ve cambiar de acera como quinceañeros enamorados, deja de resistirte a la verdad. Si algo hubo necesariamente algo queda. Vuelve a la verdad. Esa verdad te hará libre, perdón, nos hará libres. Un domingo de ir a misa y cantar la verdad a la cara... No me niegues ni te dejes caer entre oscuros nubarrones. ¿Quién sino yo podrá sacarte de ese pesimismo del pasado culpable de todo un repertorio de contratiempos y un futuro de trémula llama turbia? Medraste desprendida como agua de fina lluvia. Frente a frente, es tiempo de olvidar viejos rencores...
Si un hombre deja de reír, si su alma se adormece y el denuedo de su vida se apaga, asustadizo y triste como un viejo que le corteja la muerte y a pesar de que haya quien le haga dudar... (Si hablo de ti hablo de mí). Amor, no me niegues. Gracias.
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