martes, 23 de octubre de 2018

Lo refleja tu mirada.

No hablo de Violencia de Género, pero la María sabe, y lo digo con dolor de alma, que hay experiencias que una mujer no debiera experimentar. Siempre lo digo, a veces ni viene al caso pero lo digo y pienso en ti: De tus ojos la mirada más triste. Y para mayor desconsuelo, cuando nadie nos ve, tus ojos decidores claman por tu salud. La salud, no desatiendas la salud.

Por haber sembrado semillas en el desierto; por haber dedicado todos tus días a acomodarte entre los aplausos; por ser lo que interesa a los demás; mujer, porque resucitaras aunque no fuera al tercer día ni por amor... Un decisión haría germinar las dubitaciones que hay en ti. Sería un descubrimiento, algo nuevo que no sabes que existe. Atrapada por la baja estima y acompañada por lo peor de cada casa, los intereses espurios volverán a conspirar contra ti y de alcanzar su propósito solo quedará de ti el olvido. Nada parecido a lo que debiera experimentar una mujer. Si por querer no te quisiera... Si un beso te saliera de adentro (tragarían tu miedo), sería suficiente para cambiar la natural desesperanza que refleja tu mirada. Gracias.

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