El día que hoy me obliga a escribir fue la noche que me desveló y no pude por menos que salir de casa con cierto malestar (un malestar inapropiado para salir de casa, y la cara de los entierros... Un saludo y una sonrisa, qué menos), en busca de palabras que dieran respuesta a una y mil preguntas. (Si fuera perro no me pisaría el rabo pero moriría de hambre). Yo soy libre para tomar mis propias decisiones pero el día y la noche desvelada y cierto malestar me impide a veces salir de casa con mi mejor sonrisa y todo lo demás... El asunto es que me cuesta entender por qué las cosas las cambiamos para mal si cuesta lo mismo cambiarlas para bien. Si hablamos de cambiar y no es para bien, entonces... virgencita, virgencita. De las preguntas, una, porque las mil quizá sean chaladuras mías que a nadie interesan... Disculpen. ¿La libertad es poder elegir?
Según y cómo y por qué y quién.... como Ian: "vaya, vaya, los patitos". Hay quien por meterse en altanerías... La pregunta es una advertencia, o tal vez una amenaza... Elijo amenaza: "Si cuando temblabas al verme era por amor, si me quisiste, pobre de ti si es que ahora decides hacerme daño... U olvidarme". Si a estas alturas de la vida alguien te da opción a elegir y eliges la gloria... Lo dijo San Pablo: "Todo me es lícito, pero no todo me conviene". (La libertad es saber elegir). Gracias.
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