sábado, 7 de julio de 2018

Viene de ayer y no estoy mejor.

No estoy mejor que ayer pero tengo que obligar mi ánimo alicaído a levantarse. Vamos a ello con las noticias de los medios: Una encuesta confirma que el presidente Sánchez levanta el pesimismo de la gente honrada, eso está bueno, pero no creo que llegue a tiempo... Sánchez pone voluntad al cargo, bueno, puso más voluntad en la moción de censura que en RTVE al nombrar a gente de "su cuerda" y la de otros de su órbita. Por una información fidedigna e independiente. Los dueños de los partidos políticos se apoyan unos a otros a cambio de algo, tal vez algo inconfesable. Pienso y me cansa pensar un sábado de fieles los difuntos sin estar convencido que un Ente Supremo me ilumina y me protege y en ese plan tan cristiano. Y dale con la fe, la certeza de lo que espero, la convicción de lo que no ven mis ojos. ¿Saben qué? Ni del amor me fío: la vanidad de vanidades no ha vuelto a la verdad. Las malas compañías y los peores hechos se lo impiden. Soy viejo, no es menester que lo repita, pero vaya si jode no saber, y no sabía, por confiado, que al paso de los años se pierde la esperanza. Seguiré entonces a vueltas con la fe sin esperanza cuando mi ánimo alicaído no quiera levantarse una vez más. Ojalá y María de los Dolores y de Cospedal... Disculpen, ¿saben quién ganó el paripé del PP? "Si la vida se vuelve previsible, deja de ser vida". (Eleanor Roosevelt). Cierto, pero mi ánimo alicaído... Al menos en tres legislaturas el PP lo tiene más claro que yo. Gracias.

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