Un domingo de ir a misa y cantar la verdad no puedo sino recordar a Joan Manuel, el Serrat, y a su santa madre. -Mi santa madre me lo decía: "cuídate mucho, Juanito, de las malas compañías". Por eso es que a mis amigos los mido con vara rasa.
Y qué razón tenía la santa madre de Juanito... De lo peor que te puede pasar en la vida es fiarte de las malas compañías y dejar que te acompañen. Yo, ni un político, ni un corruptor, ni un monseñor, ni un constructor, ni una amiga del alma. Y tuve, hubo quien dijo para mí, pero no. Cuán insondables son los caminos del Señor, cuán complicados y angostos, solitarios y en ese plan. Un poeta nos llamó caminantes y creímos que en adelante no habría pérdida porque todos los caminos llevan a Roma. Y pregunto: aunque así fuera, ¿qué carajo íbamos a hacer en Roma? El caso es que algunos, por dejarse llevar, si no Roma Estambul. A veces crees que conoces a una persona y de buenas a primeras válgame Dios y su María. No soy de mucho exagerar, ya saben que soy más de no decir la verdad, pero si me apuran, hay quien le llamas caminante y es capaz de caminar sobre las aguas y joderle el milagro a Jesús el Cristo. Y que nadie se le ocurra decir no porque será sí hasta que ponga la pata de atrás sobre las aguas y recuerde que no sabe nadar. No miento al decir que aparecen más "amigos" y las malas compañías en la televisión que Matías Prats. Pero al contrario que Matías, "llegas tarde Matías", porque hablo y dale de política: Los "amigos" y las malas compañías... "Hoy las personas pueden atravesar la tierra ‘ignorándolo todo’, desde lo ocurrido antes de su llegada hasta lo pensado por filósofos y escritores". (Javier Marías en el dominical de El País). Gracias.
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