Ayer noche había alboroto de niños en la calle y me asomé a la ventana y sí, eran niños jugando a la pelota y no me importó que mi coche fuera la portería porque el ambiente olía a Castilla y León. De Castilla y León solo León. Hay olores que no se van de la memoria al paso de los años. Ayer noche olía a León en la calle, a la siega del centeno, y recordé viejos tiempos.
Hoy con niños o sin niños jugando a la pelota me asomaré en busca de olores invencibles al paso del tiempo que me acojan y me trasladen a León. A León no renunciaré en mi memoria ni a otro lugar que me haga sentir deleite. Ayer estuve en León y hoy volveré porque allí fui feliz. Son emociones de otra vida y otro tiempo. Ayer fueron olores y mañana será una risa, una mirada de soslayo o vaya usted a saber. Conviene estar atento a todo lo que nos rodea. A veces se me junta el hambre con las ganas de comer y quiero arrasar con aquello que se fue sin haberse ido. Friedrich Nietzsche dijo: "Lo triste no es que me hayas mentido sino saber que ya nunca podré creer en ti". (Pagaría lo que no tengo por estar equivocado). Gracias.
Bien ...
ResponderEliminarSaludos
Mark de zabaleta
Siempre gracias.
ResponderEliminarSalud.