Ayer escribí que era más viejo que el día anterior y es cierto: me siento más viejo que siempre. No tiene que ver con Sánchez ni Rajoy, tampoco con un amor ido para siempre si es que importa. Vivo los años altos y eso a veces duele.
Tengo cansada el alma de hacer y deshacer: corren malos tiempos, y a pesar de que pasé por otros peores... Joder, dona, me preocupa que no me apetezca escribir... Escribir el día que vivo me mantiene permanentemente alerta, no quiero pasar de soslayo los años de vida que me queda. No es pesimismo: creo que me estoy acostumbrado al "no" y estoy quedando solo con la memoria semántica. No es pesimismo, claro, y sin embargo, hago campaña pesimista.
"Como siempre, tú haciendo amigos". ¿Recuerdas? Nada he cambiado. Hoy soy más viejo que ayer y más pobre en el amor. Ni la santa poesía me salva. Disculpen un domingo tan amargo. Sean felices y olvídense del resto. Gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario