viernes, 8 de junio de 2018

Los usuarios de un centro de salud normal.

Ayer fui al centro de salud (al mental no, al normal), a extraer sangre para unos análisis sin importancia, de esos que se hacen por si un aquel; y mientras esperaba el turno gente lenguaraz lanzaban acusaciones a tutiplén; unas y otros despellejaban a unos y otras con total naturalidad. Sin lugar a dudas en aquella gente hay un lado malo y tal vez otro bueno. Y ahora pregunto: ¿Qué podemos encontrar en un centro de salud normal sino gente normal? Ni respetamos ni nos respetamos... pero y qué vergüenza, oiga. Le diré a la dama que vela mis sueños que ella me saque la sangre o pregunte a la bruja caruja lo que quiera saber sobre mi analítica. A mi esposa le dije que no me mande de recadero al super, la carnicería o al mercado si no es por disculpas para escribir. Y al centro de salud para normales no vuelvo. A pesar de saber que siempre habrá alguien que me diga: "No te enfades no lo dicen de corazón, es un hablar por no callar, además no hay mal que por bien no venga, mira el lado positivo de las cosas, además sabrás quién es quién".

A mí me importa un carajo la vida de los demás, a no ser que me necesiten y entonces sí que me importa. Estoy para lo que pueda ayudar pero no para que me carguen las espaldas con las miserias interesadas de otra gente... Qué no daría por rodearme de un ambiente agradable con risas y alegrías, con un brazo, un abrazo y con un beso si no fuera pedir demasiado. Pero eso no se encuentra entre las virtudes de los usuarios de un centro de salud normal. Gracias.

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