Hace demasiado calor y no puedo salir a pasear por Les Seniaes. Entonces me obligo a leer y escribir. Leer no le hace bien a mi vista cansada, pero algo tengo que hacer si quiero saber algo de mí, y sí quiero, como en los casamientos. Apenas me cuesta leer y escribir me apasiona. Aclaro que no es lo mismo escribir el día que ser escritor, aunque todo sea escribir. Leer y escribir me da vida en mi impagable soledad. Además, qué otra cosa puedo hacer si no quiero salir a la calle. La calle me mata, me mata lo que veo más que la calle. A veces en vez de escribir el día que vivo lo invento. A veces el día que invento es el día que vivo con pelos y señales. A veces escribo por escribir, es cuando mi ordenador que me ordena lo hace por mí. A mi ordenador que me ordena no lo controlo, como a mi "yo", no hablo del "superyó", según Sigmund Freud, hablo del "yo" que habita en mi cabeza. El "yo" que habita en mi cabeza es el peor "yo" de todos porque me grita y me ataranta, me canta todas las verdades y las mentiras que duelen. Me salvan los libros y me salva escribir el día que vivo para conocerme mejor en mi impagable soledad. Me salva estar vivo. Ya ven, como Rajoy que vuelve a ser normal, yo también aspiro a ser normal.
En los libros hay sabiduría que da sentido a la vida, si en realidad se considera que vivir merece la pena. (Presiento que uno de mis múltiples "yo" tiene algo que contar). Hoy, llega el verano y me apetece traer a de soslayo una promesa por cumplir y un silencio. Hay vidas que no tienen alegrías que cantar y se ocultan sin luz que las alumbren en la oscuridad. (Vaya, vaya). Entonces aparece la pregunta: ¿cómo se vuelve a la verdad desde el odio, la soberbia y el gozo del sacrificio por el pueblo y la más que probable ingratitud de la vecindad? (¿Qué? Lo que yo decía). La exclusión social es jodida pero la autoexclusión es la muerte. Una advertencia no es en modo alguno una amenaza y en breve empezará a ser necesaria. Apostemos por la advertencia: La democracia de un solo dueño no puede llamarse democracia por más tiempo. "… y no me salgas de casa sin gorra en la cabeza que llega el verano y el sol para lo tuyo es muy malo". (Si miento es por boca del melonero). Gracias.
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