sábado, 23 de junio de 2018

Solo cambia lo superficial.

¿A quién va usted a creer, a mí o a sus propios ojos? (Groucho Marx).

Un sábado de fieles solo los difuntos y en base a lo ocurrido esta semana y la anterior y lo de Sánchez y Rajoy y en fin, creo que hablaré con quien tengo que hablar y no voy a morir. No digo ser inmortal, digo no morir por nada ni nadie que me clave un puñal por la espalda (eso estuvo bien) ni por quien me pregunte: "qué tal estás", le conteste bien, gracias, y se atreva a contradecirme: "yo no te veo bien". Para que nadie se crea tan importante en mi vida (ni en la suya), porque no se entera de los efectos negativos que engendra en la vida de los demás (ni en la suya) su incompetencia, hablo de la dama que no me deja ir. Probe, estudiar tantos años para acabar fiándose de lo que ven sus ojos es tanto como estar obligado a convivir con una persona y no darse cuenta que solo les une los hijos, los abogados, un juez y un camión cargado de mentiras. Gracias.

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