miércoles, 25 de mayo de 2016

La paz es la cordura.

Pepe Mugica, expresidente uruguayo, afirma que Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, está “loco como una cabra”. Son o eran amigos. La amistad condiciona en cómo se tome el calificativo: fraterno o insulto. Desde luego Mugica tiene pinta de ser un personaje entrañable, lo contrario a Maduro antes de Rivera. Siempre habrá un antes y un después desde la llegada de Albert Rivera a Venezuela.  

No se sabe lo que pasa en la cabeza de una persona si está loco como una cabra. Ni por la cabeza de una cabra. ¿Cómo y quién llegó a la conclusión de que las cabras están locas y que hay personas que están como ellas? Una psiquiatra y un loco se relacionan años y pueden llegar a ser amigos antes que llegar a cuerdos. Va en serio, un día en la consulta de mi psiquiatra entró un enfermero en prácticas y se dirigió a mí como psiquiatra y a ella como loca. Desde aquel día quedó confirmada la duda: la loca es ella y el cuerdo yo. En confianza, ¿alguien se imagina a Maduro y a Rajoy de copas por los madriles como al Sabina y la Vargas? A Dios gracias el voto en este país sigue siendo secreto y ya huele a ex.

Los gobernantes no se llevan bien y es cuando empiezan a llevarse peor que mal... Me cuenta Patricia que Francia e Inglaterra estuvieron en guerra durante cien años. No me extraña que hayan puesto 560 km de canal (Canal de la Mancha) de por medio. No hay como llevarse bien: una cabeza loca, persona o cabra, mucho peor si es persona, puede esconder un ánimo capaz de liarla parda. Y si la persona es gobernante de una nación apaga y vámonos. La ciudadanía acepta por fe más que por capacidad a los gobernantes y se equivoca más que acierta... "Si tu enemigo tiene hambre, dale de comer; si tiene sed, dale de beber; si haces esto, harás que se sonroje. No te dejes vencer por el mal; al contrario, vence el mal con el bien. San Pablo carta 12 a los romanos, vs. 20,21. Amén.

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