Si hubiera sido curiosidad no me extrañaría el hecho de compartir un breve y silencioso comentario. La curiosidad mató al gato (sabiduría popular). No se dijo no al ánimo depresivo, se dijo no a la depresión. Me extrañó y lo digo porque no es lo mismo el ánimo depresivo que una depresión, porque el asunto de la depresión son palabras mayores y el ánimo depresivo el rum rum de cada día.
Un ciudadano preocupado por el deterioro mental lanza una advertencia: lo que otros consideran algo natural, el nacimiento de un nuevo día, mientras el estado de ánimo no lo comparta, será la noche más negra. De toda la vida los pasos se dieron hacia delante si ahora se dan hacia atrás es un retroceso, no son pasos ni traspiés. (Queda hecha la advertencia).
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