“En México la suspicacia y la desconfianza son enfermedades colectivas”. Octavio Paz.
Vale, a Octavio Paz poeta mexicano y Premio Nobel de Literatura, no se le discute ni la hora. Ni vivo ni muerto. Pero en su línea hay quien va diciendo por ahí que lo malo está por llegar. En México como en España lo bueno está por llegar. Lo bueno como el buen amor está por llegar. Y si llega por un atajo... La cuestión es que llegue.
Antes, de joven, tal vez, también era pesimista recalcitrante pero de viejo llegué a la conclusión que no compensa. Porque vivir en la suspicacia y la desconfianza no es bueno para la salud mental. Siempre habrá una compañía telefónica, o de gas, o la jodida enfermedad que perturbe el alma y la inspiración. El adagio Murphy "si algo puede salir mal, saldrá mal o mucho peor que mal", es empírico y no va con mi carácter. Ni mi religión. Uno puede lo que puede... A Dios gracias, la María siempre me acompaña.
Digo, repito mil veces que vivir compensa en cualquier circunstancia, en México o en España. No niego que las cosas están mal, pero hay esperanza mientras haya amor y santa poesía para explicarlo. Los cementerios están abarrotados y las calles mojadas y la oscuridad es aterradora; ni siquiera hay luz en las farolas para invidentes, y sin embargo (...) vivir compensa. Debemos aprender de nuestros horrores que son historias y cuidarnos en no volver a caer en la tentación.
Quiero conectar a lo sublime aunque el maligno se empeñe en ejecutar la maldita Ley de Murphy. Todo pensamiento que nace en el corazón a poco que nos empeñemos se hace posible. Un pensamiento de amor nos mantiene pegado a la vida y vivir ("así" también es vivir) de manera plena.
A una mujer bella: si tú me quieres yo te quiero: te quiero. Si obnubilada decidieras olvidarme yo no te olvidaré. "Y si fuera valiente yo misma...". ¿Si eres heroína qué sentido tiene ser valiente? No olvides al alba recargar tu corazón y tu mente de poesía. Cada día, recuerda.
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