jueves, 26 de mayo de 2016

Inexplicable.

¿Cómo fue que se llegó a fusionar el amor y la política?
¿En qué momento decidimos que no valía la pena aspirar a ser amigos, más amigos, quiero decir?
Vivimos los años altos y estamos cayendo en picado. Los dos. Y soy optimista.

Leo en prensa que Rajoy visita Valencia pero no irá a la capital, vendrá a mi pueblo. Y quiero dármelas de importante y escribir acerca de lo amiguitos del alma que somos y que no quepo en mi alma de la emoción. Un verdadero detalle, y, sin embargo, no dejo de pensar en ti... A pesar de saber que Rajoy te importa un carajo, dedico tiempo a Rajoy y no a ti.

La corrupción se está adueñando de Rajoy en campaña electoral y viene a Valencia y pasa de soslayo por la capital. El PP y sus dirigentes han hecho daño a Valencia. Yo no quiero que lo nuestro nos pase de soslayo como pasa Rajoy de Valencia capital. La situación que vive Valencia y el país ha llegado al extremo de superarme: dedico todas mis horas a la política con una pizca de humanidad. La familia, no me canso, la familia, y los niños primero. Vivimos una preocupación democrática. La corrupción arrasa el país y no me explico que al PP en las encuestas le den partido más votado... Rajoy en campaña bajó los impuestos y consecuencia de esa bajada de impuestos tenemos cuatro mil millones más de déficit y otros ocho mil millones para "ajustar" el próximo gobierno. "Querido Jean-Claude" (Juncker). Y Rajoy, presidente en funciones, se compromete por carta a adoptar "medidas" para cumplir con el objetivo de reducir el déficit por debajo del 3% en 2017. ¿Se avecinan nuevos recortes? Rajoy miente en España y miente en Europa.

Tiene gracia, me disculpo contigo por escribir de política y rueda la rueda: sigo escribiendo de política. Es evidente que aún no he encajado la derrota que se avecina. Nunca me acostumbraré a ver miserias por las calles ni que estés ausente en las buenas madrugadas: te tenga o no te tenga, te siento, aunque te encuentres en un mar profundo y no sea capaz de alcanzarte, para advertir, entonces, que no quiero esperarte ni que vuelvas, somos viejos y pretendo que no te vayas. La esperanza no me ha derrotado y la certeza de no sentirme culpable de horrores ajenos llegará con el día de superar esta maldita crisis. Lamento reconocer que solo me inspira Rajoy en campaña electoral y me avergüenza estar de acuerdo con Aznar en la crítica de política económica que le hace a Rajoy. A mí me sobran los motivos y no me explico que a los votantes no les sobren los hechos y vuelvan a votar al PP. Los votantes y el PP como yo contigo. Inexplicable.

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