domingo, 18 de junio de 2023

Si no Dios, la poesía da alas.

El asunto es muy grave: No todos los que andan entre nosotros están vivos, ni todos los que hablan de salud mental están cuerdos. Y ahora ejerzo del güelu que vive la edad de la autoestima, la sabiduría y los consejos y digo que los no tan viejos también dan consejos y no se los creen ni ellos. No saben si lo que aconsejan es verdad y temen que lo sea. No encuentran la diferencia entre estar y ser, ser y parecer estar: estar vivos o muertos. Los más ignorantes forman juicio con presagios de muerte después de morir, hasta de la mejor manera de morir, mueren poco a poco como si fuera la mejor manera de morir. Morir poco a poco es peor que morir de golpe, que te atropelle el camión de la gaseosa, por un ejemplo. De gente así están llenos los manicomios. Las células del cuerpo se regeneran cada siete años. Otros, los políticos, se regeneran cada cuatro años, y muertos: no saben vivir. A veces, Dios, deja de jugar con la María entre nubes de algodón y accede a que la vida no se escape sin vivirla. Y aún más, pero eso no lo sé de fijo, a quienes tienen fe les da alas y levantan el vuelo libre. Gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario