Ian me preguntó que si me iba a morir (y pensé en esos creadores de mundos como si hubieran existido). A Ian, perder a la gente que quiere no le entra en la cabeza. No sabe cómo darle respuesta. Y me pregunta si me voy a morir. Como hablo de Ian, venga el asunto que quiera al caso, no miento, porque él entraría cólera y yo en el manicomio. A Ian, pase lo que pase, jamás le decepcionaré. Le dije sí, también que morir era algo natural y que todos nos tenemos que morir. -"Ian, amor mío, tú y yo estaremos juntos más allá de la eternidad. Cuando llegue el día tú seguirás en mí y yo en ti: la muerte no nos separará. Además, la ciencia avanza muy deprisa y tal vez invente un jarabe que nos permita seguir juntos más años". Pero a Ian no le convence lo que no entiende. -"¿Güelu, crees que dentro de cuarentamildemillonesycuatroaños, habrás muerto? -"No sé, déjame echar cuentas: uno, dos, tres... Ian, pienso que sí, las cuentas me salen, puedes contar conmigo hasta el año 2050, cuando menos. De momento, haz lo posible para no crecer tan rápido". Y nos fundimos en un abrazo fuerte fuerte. Gracias.
ufff Ian, tan pequeño y pienso que tiene el mismo dilema de los científicos, y médicos de hoy día, es sano vivir tanto??? llegar aun punto donde la mente desea descansar,todo tiene su limite.
ResponderEliminarme recordó a la película el Hombre Bicentenario
Saludos
Carlos, Ian, me deja perplejo cada tarde, si no por uno por otro, todo muy complicado para mí. Gracias.
ResponderEliminarSalud.
Bendito Ian, que crezca sano, compartamos con él las puestas de sol, el rodar por el pasto, observar la mariposa en la flor, el colibrí batiendo sus alas, que herede de su abuelo un poco de rima para que los latidos de su corazón sean maravillosamente pausados por el reloj del Amor. Que crezca aceptando una tecnología y una ciencia milagrosas y que la edad no lo prive de las bondades humanas. Los chichos de hoy, y claramente Vicky, me supera, nacen con ese chip incorporado: "rapidez" "practicidad" "dedo mouse" "pocas palabras" "mucha curiosidad" y nosotros somos, sin embargo, esa fuente de donde van a nutrirse de "valores", de "experiencias", de "saberes", casi todo en desuso o poco llevado a la práctica. Así que, pongamos en la lente por la cual ellos observan el mundo y prendámosle el "Flash" de lo que puede reivindicarse orgullosamente, sin privarlos de sus pasiones, sus sueños... Creo que hay que acompañarlos más que nunca. Y esta bien que sepan de la muerte, mi niña ya pasó por ese sentimiento, es necesario yo creo para apreciar aún más lo que nos convoca a diario. Un besote a Ian y familia.
ResponderEliminarRox, Ian es un amor atento a todo lo que sucede en su entorno. Y pregunta todo, quiere aprender deprisa. Cómo si no le quedará una vida entera por delante. Es un amor. Te quiero.
ResponderEliminarSalud.
¡Qué divino! Claro, te creo, sí, es hermoso que sean así, ellos quieren estar en nuestra edad, no por el tiempo, sino para creerse "pares", jajaja. Es lo que le digo a Vicky: "Hay cosas que prefiero no las conozcas aún" porque tengo esto de preservar la infancia, de cuidarla, de que sea la niña que todavía tiene que ser con toda es alborotada precoz madurativa que intenta aflorar. Me encanta. Bueno a disfrutar a Ian y sus ocurrencias.
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