lunes, 5 de junio de 2023

En la vida, hay que ceder.

En la vida, hay que ceder. Hay que ceder para adaptarse a los nuevos tiempos. Pasan los años y nuestras capacidades son otras, también nuestras prioridades. En los años altos nos adelantan los dichos y los hechos levantan polvo de la tierra seca y no vemos con claridad el camino. ¡Espabile, oiga, eche el freno, siéntese, respire hondo, medite y ceda, no sea estúpido!. En un país empeñado en hacernos sentir culpables, dese otra oportunidad, haga algo por usted y sanará por dentro y quizá por fuera. No abuse de su autoridad sobre alguien más débil porque existen procedimientos jurídicos que le protegen. Nada es personal, recuerde. No todo lo que rompe hace ruido, ni todos los besos son amor, ni todo silencio recato. No todo lo que leemos lo entendemos ni todo lo que nos cuentan nos enseña a vivir mejor. Identificarse con la persona que le habla claro a la cara no tiene que ver con perder, ceder no es perder, es darse cuenta de que esa persona sobrelleva un maltrato síquico. (Quien lo vive desde fuera no le contenta, pero se entretiene, quien lo vivió desde dentro, murió. Paz a sus restos). Gracias.

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