viernes, 16 de junio de 2023

Los restos del naufragio.

No viajamos en un "Titanic" a la espera de un hundimiento final porque la vida, si dura lo suficiente sin un corte abrupto, se compone de pequeños naufragios de los que salimos a flote como podemos y con distintos niveles de energía superviviente. Se acumulan puertos donde reparar fuerzas y hacer balance de daños, y en muchas ocasiones los abandonamos sin haber arreglado del todo los desperfectos. Mal hecho: nos pasará factura tarde o temprano no corregir esa fractura. Las prisas son malas consejeras cuando se trata de aliviar penas, limitar dolores, cicatrizar heridas. Un barco con grietas en su casco no tiene nada que hacer cuando llegue la siguiente tormenta, y si de algo sirven las malas experiencias es para tomarnos muy en serio todas las señales con aspecto de indicios para que no nos pille desprevenidos, aceptando, claro, que no se puede estar en estado de alerta todo el tiempo y los desatinos del destino están mejor entrenados que tú para correr más y soltar zarpazos cuando tengas las defensas bajadas. (Tino Pertierra). Tino es un escritor de talento reconocido y sabe que no hay que abandonar sin haber arreglado del todo los desperfectos. (Te equivocaste, te lo dice Tino y te lo dirá el tiempo). Gracias.

2 comentarios:

  1. Es verdad que hay que dar tiempo al tiempo, e intentar recomponer los desperfectos del casco. La travesía es larga y aun nos quedan muchas tormentas por pasar, así que ojalá ahora estés ¡ por fin ! dicho con los dedos cruzados a la espalda...con el mar en calma, a ser posible como un plato, rodeado de gaviotas revoloteando sobre cielo azul y sol ... Demasiada marejada sostenida durante mucho tiempo, además de desperfectos, termina mereando : )

    Feliz finde! muucho ánimo y un beso

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  2. Ya he vuelto y estoy en mí, María. Pero no quita que este finde vuelva para no volver jamás. Este finde y se acabó. Beso grande.

    Salud.

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