El crecimiento personal empieza con un cambio de actitud para adquirir la madurez necesaria y acometer empresas de vida que surgen de las propias convicciones y valores. Una sociedad comprometida con llegar a fin de mes se le escapa de entre los dedos la humana obligación de auxiliar a los que no pueden. No somos el arquetipo que merecen nuestros hijos y nietos.
Las crisis, las culpas de las crisis son y no de la sociedad. Cada uno tienen bastante para sí, para la familia. La familia. Pero además, la realidad que vivimos contempla unos desafíos con certezas que nos deslumbran y nos desvían del camino de la solidaridad. Nos necesitamos unos a otros. Somos todos, somos uno, el efecto dominó: si cae uno, caemos todos. Descarto a la clase política dirigente de este país que son nada. Insultan nuestra inteligencia y propagan el rencor entre ellos mismos. Los políticos, señores dueños de los partidos políticos; barones y baronesas del rencor y el abuso de poder con argumentos para la incapacitación mental... Pronto vendrán a pedirnos el voto con la caradura de las promesas. (No los crean). Gracias.
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