Los mundos paralelos que encierra el amor han traído a maestros espirituales y escritores a mal traer. Desde la creación al sicoanálisis, nadie pone en duda el poder del amor, ni los enigmas que encierra. Esta controversia de la humanidad, recoge con lucidez su carácter personal, de ahí que, y sigo, descifrar el jeroglífico que existe entre nosotros, no es difícil teniéndote tan adentro del mí como te tengo: Kristel. Mi niña, tú engrandeces las cosas con tu sola presencia, y el cometido de llenarlas con tu alegría te hace indefectible en mi vida. Desde el día que naciste te acomodaste en mi corazón. Eres parte de mí. Con todo no solo es amor lo que existe entre nosotros, también hay poesía: entre nosotros hay reposo y hay nitidez; el horizonte tranquilo deseado por la mirada, la breve distancia que une la ilusión con un maravilloso ensueño, el rostro sonrosado de la luna que anuncia el día, el véspero que me reveló que te habías hecho mujer. La poesía que me anima a seguir. Cuando un sentimiento aparece constante en el entorno tiene algo importante que decir, descifrarlo es tarea personal: yo lo hago con tu nombre. Kristel, no quiero ser sin que estés y me quieras. Kristel, mi niña. Si digo Kristel, digo Diego. Te quiero. Felicidades.
En de soslayo. Sábado, 12 de noviembre de un cumpleaños feliz.
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