"Todo el estudio de los políticos se emplea en cubrirle el rostro a la mentira para que parezca verdad, disimulando el engaño y disfrazando los designios". (Diego de Saavedra Fajardo). Disculpen que vuelva a lo peor de mí, pero corren malos tiempos para la política y el amor. Mientras prevalezca la convicción en nuestra democracia de que los dueños de los partidos deben llegar al poder para dar empleo a sus afiliados y simpatizantes; en tanto, los gobiernos sigan siendo agencias de empleo, al margen del desempleo y lo que es peor, de las familias que no llegan a fin de mes, esta patria carecerá de un sentido de la ética y la estética: ni tan siquiera se esconden al ser una amalgama escasa de higiene y trasparencia. En fin, a pesar de las buenas predicciones de los gobiernos, seguimos siendo una patria desinteresada en dar solución a las personas que peor lo están pasando. Del tipo de interés usurero de las hipotecas que ya se está haciendo notar en los desahucios, de la cesta de la compra, la electricidad y el amor, hablaremos otro día. (Miguel de Unamuno: "Venceréis, pero no convenceréis"). Gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario