"Recorres el confort, las estrecheces quedaron atrás, y es razonable que reclames la vida que mereces". (Mario Benedetti).
Desde el confort, es razonable que reclames la vida que mereces, pero las estrecheces que quedaron atrás, no las lograste restaurando la confianza, además, tienen fecha de caducidad y hasta fin de año no caducan, y Benedetti lo sabe (y tú). Pero Mario Benedetti no es Pablo Neruda. Neruda te llevaría al paredón de las arrogancias sin clemencia y sin consuelo. Imaginé que a los dos nos movía el amor... Te quiero y eso nunca cambiará, como no cambió después de todo. El problema no es la espera y el silencio -ni vernos a escondidas, dicho sea de paso-, el problema es la confianza. Deberías dejar que la poesía interviniera las condiciones que convengan a las partes. (Las partes eres tú y la pescadilla que a lo tonto se mordió la cola).
Para mí todo fin también es un principio, es decir: si por querer quisieras desvincular el yo fantástico de tu vida, para vincular el yo paranoico de la mía... (Debes darte prisa: tu mente no va a aceptar la treta que ya está urdiendo tu corazón). Gracias.
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